• 30 septiembre, 2023
  • Last Update 20 septiembre, 2023 8:52 pm
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Mi experiencia con la telepatía animal

Mi experiencia con la telepatía animal

Lo que me ocurrió lo he contado muchas veces como anécdota pero nunca me había animado a contarlo en el blog. Ocurrió al menos hace seis años, pero últimamente, por casualidad, he vuelto a leer en algún sitio sobre el tema y he visto por tv un reportaje sobre parapsicología donde había una veterinaria que podía hablar con los animales por telepatía. No quiero entrar en mucha explicación previa, porque creo que la historia es suficientemente clara. Vamos a ello.
Mi perra Lúa es de una raza poco habitual en España, por lo que pronto trabé amistad con los socios del club de criadores. Por ese motivo, y por mi curiosidad sobre todo lo que tenga que ver con el mundo que rodea a los perros, algunos fines de semana nos íbamos toda la familia a participar en exposiciones de belleza canina. Era una excusa para salir de viaje y además conseguir que la raza se hiciera más conocida.

Una de las veces que decidimos ir a una Expo en Zaragoza, encontramos por internet un centro de alojamiento rural, cercano, agradable y que admitían perros, claro. Resultó ser un pueblo rehabilitado en el que los dueños tenían varias casas independientes, un edificio con un restaurante vegetariano espectacular y espacios comunes para realizar cursos. De esto último nos enteramos al llegar y ¡casualidad! justo ese fin de semana había un taller de telepatía con animales. Como nosotros íbamos con un perro, los de la casa rural nos invitaron, amablemente, a la presentación del taller que iba a ser el viernes por la noche, a lo cual, guiados también por la curiosidad, accedimos.

Debo reconocer que como el folleto informativo hablaba de mejorar la comunicación con perros y gatos, pensé que se trataba de un taller sobre la comunicacion no verbal, sobre el conocimiento del lenguaje del perro o incluso, por qué no, con algunas claves o ejercicios para conectar energéticamente con el animal. No soy muy creyente de lo paranormal, pero sí creo en las energías, en que hay personas que la desprenden negativa o positiva y en que la mente tiene un poder que no conocemos del todo. Así que fuimos, mi pareja y yo, con curiosidad sana por lo que nos iban a contar.

El lugar donde nos iban a presentar el taller era una construcción circular de vivos colores, no muy grande y con tejado de madera. Al entrar, una vela y una imagen, creo que de alguna deidad oriental, estaban situadas en el centro del círculo. La profesora se colocó a un lado de la vela y todas las personas que iban a hacer el taller, más nosotros dos, (en total podríamos ser unos quince) nos sentamos en semicírculo frente de ella.

EL INICIO: LA BALLENA

Lo primero era, obviamente, explicar cómo llegó ella a conocer la telepatía. Nos contó que existe una especie de canal telepático en el universo, al cual todos los animales, vegetales y minerales tienen acceso. Nosotros, en cambio, hemos abandonado nuestro lado animal y nos hemos desconectado de ese canal. Pero, podemos volver a él, y eso es lo que aseguraba que les ocurriría el domingo a quienes terminaran el taller.

Ella habia tenido una experiencia maravillosa en un viaje observando ballenas. Estaba tan fascinada que empezó a sentir ideas dentro de su cabeza. Al principio le costó entender qué ocurría, hasta que se dio cuenta de que eran las ballenas que se estaban comunicando con ella. No recuerdo muy bien qué era lo que le decían pero sí que tras el shock inicial consiguió hacerles una pregunta, ¿por qué se acercaban a los barcos balleneros si sabían lo que les iba a suceder? La contestación fue que lo importante era el amor.

Tras esta experiencia se puso a investigar y descubrió que existía la telepatía, que muchas personas la experimentaban y que había sobre todo una eminencia en esto, una mujer de un país sudamericano que justo iba a dar unos talleres en España. Obviamente fue, y a partir de ahí empezó a dar clases y abrió un consultorio para resolver los problemas que tuvieran que ver con personas y animales.

EL CASO DEL GATO ECONOMISTA O EL CUENTO DEL GATO CON BOTAS

Para poder establecer contacto con un animal no es necesario estar frente a él. Con una foto es suficiente. Ella, de hecho, resolvía muchas consultas por teléfono. Nos contó, por ejemplo, que tuvo un caso de un perro que siempre estaba muy malito y no sabian por qué. Se lo llevaron y ella le preguntó. La respuesta fue que estaba enamorado de una perrita y hacía tiempo que no la veía. Debo reconocer que esa respuesta  tiró por tierra todo lo que yo creía saber sobre comportamiento canino, y pensé que yo, que por esa época tenía un consultorio a domicilio sobre educación canina, estaba haciendo el canelo comiéndome la cabeza, pudiendo preguntar directamente.

Pero fue más increíble aún el caso del gato economista. La consulta era de una señora cuyo gato llevaba un tiempo muy arisco con ella. Nuestra profesora preguntó al gato qué le pasaba y éste la dijo que mientras su dueña se dejara humillar por el marido, no iba a cambiar. La señora se quedó alucinada, claro, y confesó que no era feliz con su marido, pero que su economía dependía de él y no le podía dejar. El gato respondió que no había problema, que se dejara aconsejar por él y todo mejoraría. Así, el gato les empezó a explicar telepáticamente cómo ir pasando el dinero de su marido a una cuenta de la dueña sin que este se diera cuenta para así poder ahorrar lo suficiente para emanciparse.

Entended que llegados a este punto, tenía los ojos como platos. Yo pensando que se trataría de unir nuestras energias con el perro y al final era una conversación de tú a tú y de algo tan prosaico como el vil dinero.

LOS ÁRBOLES, LAS PIEDRAS; TODO UNO CON EL COSMOS

Aún así, sin tener tiempo a poder procesar lo que me estaban contando, mantuve mi interés y un cierto grado de ¿quién sabe? Siempre me ha gustado ser una persona abierta a la opinión del otro y no cerrarme a lo que no entiendo, aunque es cierto que en este caso me estaba costando.

La cosa empeoró cuando empezó a decir que no son solo los animales vivos los que están en ese canal telepático. Los animales fallecidos siguen conectados a él, pero también las plantas y las rocas. Un día, con un trozo de cuarzo en la mano, la preguntó por el inicio de las cosas. De repente, por unos instantes, pudo ver el origen del universo, pero tuvo que cortar rápidamente, claro, porque era algo tan…tan… impresionante que se mareó, según sus palabras.

¿Eso era cierto? ¡Madre mía, eso era un descubrimiento increíble! Tal vez no podriamos hablar con Alfonso X el sabio porque no estaría conectado a la red, pero podríamos hablar con la cueva de Altamira para saber de verdad cómo eran nuestros antepasados o con una catedral románica, no sé ¡tendríamos la historia en nuestras manos! Con solo la mitad de elocuencia que el gato anterior, ¿qué podría decirnos el loro de Churchill? ¿Y un meteorito venido del espacio profundo?

RONDA DE PREGUNTAS Y CATARSIS GENERAL

Llegado ese momento, se abrió la ronda de preguntas. La profesora había venido con su perro, un labrador color chocolate que había estado todo el rato dormitando apartado de todo el mundo. Según nos contó, a través de él podía también contactar con cualquier animal que hubiese fallecido. Tras lo cual, se calló para que cada uno hiciera la pregunta que quisiera.

Yo debo reconocer que no me gusta preguntar cosas en público, lo paso mal, así que dejé que fueran los demás los que hablaran, esperando todo tipo de preguntas sobre el universo o, en todo caso, los entresijos de la telepatía, pero no, para mi sorpresa, las preguntas fueron todas de esta índole:

ALUMNA: Yo quiero preguntar por mi perro Aldo. Lo adoptamos pero a los pocos años empezó a sufrir una enfermedad y lo tuvimos que sacrificar. Siempre he pensado que no me pude despedir de él y que cuando se lo llevaban pensaría que lo estaban abandonando otra vez.

La profesora asentía para demostrar que había entendido la pregunta. Cerraba los ojos para preguntar a su perro chocolate. Éste no movía ni el bigote. Pasaba un rato en silencio. Sonreía y asentía con los ojos cerrados como si ya hubiera recibido contestación y respondía:

PROFESORA: Aldo dice que los años pasados con vosotros fueron los mejores y que sabe que hicisteis lo correcto y os lo agradece.

Cambiad perro por gato y Aldo por cualquier otro nombre y tendréis todas las preguntas que se hicieron, pues básicamente todas eran iguales. A nadie les parecía raro que nos estuvieran hablando de un poder increíble que podría cambiar todas las relaciones entre especies y entre nosotros mismos, y todo se quedaba en intentar aliviar el sentimiento de culpa que habían adquirido con alguna mascota fallecida.

Pero de todas ellas, hubo una que me llamó especialmente la atención:

ALUMNA: Mi gato Mishi se me perdió un día y por mucho que lo estuve buscando no lo encontré, me puse muy triste porque no supe si seguía vivo y me gustaría saber qué fue de él.

PROFESORA: (tras los mismos gestos de antes) Misha sigue vivo y encontró a otra familia que le cuida mucho y está muy feliz, aunque no te olvida.

ALUMNA: ¡Uy! pues no se si esa era la respuesta que quería oír.

¡Toma ya!, ¿Qué prefería escuchar? ¿Que Misha murió de hambre y de pena porque no dejó de buscarla nunca?

Pues sí, por alguna extraña razón, muchos humanos basamos el amor en la dependencia y somos felices solo si nos sentimos imprescindibles para esos seres «indefensos» y «completamente dependientes» de nosotros como son las mascotas, sobre todo un gato. No quería oír que había sobrevivido, como pensaba la profesora, ¡sino que se había muerto pensando en ella!

En ese rato nos dimos cuenta de que muchos de los allí presentes conocían a la profesora y ya habían hecho cosas con ella. En algunos de los casos les proponía hacer algún tipo de ritual de despedida, quemando algo, como ya habían hecho en otras ocasiones. Les proponía algún tipo de ritual catártico para aliviar algún sentimiento de culpa. Nada sobre las posibilidades de la telepatía, ninguna sombra de duda sobre lo que nos contaba.

Bueno, no todos. Solo hubo una persona que hizo una pregunta un poco crítica, y aunque reconoció que era muy creyente de cosas alternativas y había hecho muchos cursos de Reiki y cosas así, esto se le hacía más difícil de creer y pedía alguna prueba. La respuesta de la profesora, con gesto serio, fue que pedirle a su perro una prueba era una falta de respeto y no lo iba a hacer. Si se creía bien y si no también. Después de ésto, tras haber pasado varias horas, mi pareja y yo nos miramos y decidimos que ya habíamos perdido mucho tiempo y había que irse. La profesora nos dijo que si queríamos preguntar algo nosotros, que éramos los invitados, pero respetuosamente la dijimos que no y que lo sentíamos mucho pero teníamos que irnos a dormir porque al día siguiente teníamos que estar temprano en Zaragoza.

EPÍLOGO

No volvimos a hablar con nadie durante el fin de semana, ni les preguntamos si habían conseguido conectarse al canal telepático universal, aunque sí vimos a la alumna más joven, abrazada a un árbol cercano.

Esta es la única experiencia que he tenido con la telepatía animal. Tal vez no era la profesora adecuada y tal vez no es tan fácil como nos lo pintaba, no lo sé, pero, desde luego es muy difícil de creer. Tras nueve años estudiando el lenguaje de los perros, cuatro de ellos con un consultorio a domicilio para perros con problemas de comportamiento, es muy difícil creer que se pueda hablar directamente con ellos y que te respondan como si fueran humanos. Lo explicado en aquella charla parece un ejercicio de antropocentrismo exacerbado, con un lenguaje, unas necesidades y un pensamiento que ignora la propia naturaleza de estos animales, que ignora su forma de vida cuando viven fuera del paraguas humano. Es como si a un pediatra le enseñan un método para hablar con un bebé como si fuera un adulto, ¡sería una revolución!

Y lo más increíble de todo es que esos conocimientos no se adquieren tras una vida de meditación y abstinencia, sino que vale con un fin de semana en una casa rural por unos pocos euros y algo de práctica. Es como si te vendieran la máquina del tiempo en un mercadillo y lo usaras para ir a comprar el pan antes de que te cierren la tienda. Tal vez dejé pasar la oportunidad de ser la competencia directa de César Millán, aunque no lo creo, pero sí debo reconocer que alguna vez he mirado a mi perra intentando escuchar, a ver si me decía por qué narices se había comido mis calcetines.

ACTUALIZACIÓN MUCHOS AÑOS DESPUÉS

Hace años que escribí este artículo y recibo muchas preguntas o comentarios pidiéndome consejo y la dirección de algún sitio donde aprender telepatía, por lo que pienso que tal vez no fui demasiado claro sobre mi posición al respecto. Mi relación con la telepatía animal se ha limitado a esa pequeña presentación de unas horas por esa persona, y no me creí nada. No soy nada dado a las teorías conspiratorias y pienso que si de verdad hubiera una manera de relacionarse con los animales directamente, hubiese sido una revolución y se sabría, sería de dominio público en lugar de estar relegado a unos cuantos gurús que sacan beneficio con consultas y cursos.

Si fuera posible, no solo comunicarse con mascotas, sino con minerales y vegetales, como ella afirmaba, las posibilidades de conocimiento del ser humano se expanderían, los límites se ampliarían y muchos de los secretos de la historia, de nuestro pasado cercano, pero también el conocimiento del origen del universo y de nuestra especie estarían a nuestro alcance. Podríamos ser más sabios, conocernos mejor, aprender sobre lo que nos rodea, ¿qué nos podría contar una secuoya de miles de años? ¿Y las piedras de las pirámides? ¿Cómo es posible que todo el movimiento esotérico que hay alrededor de las pirámides egipcias y americanas no haya descubierto que podría saber la verdad con la telepatía?

Sin embargo, las personas que dicen tener telepatía con animales y dan cursos por todo el mundo, se limitan a tener un consultorio de mascotas. Como digo en el artículo, es como tener la máquina del tiempo y usarla para ir a la panadería antes de que cierren. Como puede verse, no critico el concepto inicial, no digo que no pudiera ser posible la existencia de un canal telepático, lo que digo es que, si existiera de verdad, habría unas consecuencias. Si no las hay es porque no existe la telepatía o nadie la sabe usar.

Es como la astrología. Si de verdad alguien fuera capaz de ver el futuro, su poder sería inmenso, sin embargo los astrólogos se reparten las horas nocturnas en las cadenas de televisión locales.

Yo tengo dos gatos y una perra de 14 años. Incluso durante un tiempo tuve un loro criado a mano. Mi relación con una de las gatas es muy especial, y con mi perra muchísimo más. Los dos sabemos lo que nos queremos decir casi sin hablarnos. Tras 14 años conviviendo juntos, mi perra se conoce todos mis tics, mis movimientos, mis hábitos… y se hace entender cuando quiere algo. Los animales sociales como los perros y los loros o con capacidad para vivir en colonias como los gatos, necesitan tener una sensibilidad especial para crear vínculos y relacionarse. No son robots, ni se limitan a aprender por ensayo y error, como se creía antes. Los animales son seres sintientes e inteligentes, por lo que es normal que se haga entender a su manera y notemos un vínculo especial con unos más que con otros. Son seres con un carácter propio, únicos y diferentes unos de otros.

Yo no puedo aconsejar, por tanto, nada relacionado con la telepatía, lo siento mucho. Eso sí, si alguien me quiere invitar a realizar un taller o algún especialista quisiera concederme una entrevista sin censura, yo accedería encantado. No hay que me guste más que aprender cosas nuevas.

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Bloguero y divulgador de temas de naturaleza.

21 Comments

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  • Mateo Boyardo , 30 octubre, 2015 @ 6:45 pm

    «Yo tampoco lo creía», dice la Maestra que dice Aldo que Laika a 400.000 km de la tierra, ha dicho ahora desde su amasijo de cenizas que desde 1957 reposan en el cementerio ruso de…;
    – «Esto lo sabe Aldo porque «Gitano, el listo» (otro perro volador soviético) es un charlatán impertinente que cuenta chismes sin parar.
    – ¡Laika era tonta!, tenía el coeficiente de una ameba, repuso «Gitano».
    – ¡Un respeto!, dijo la ameba Lucas.
    Este es un fragmento tele-pático recogido por Marconi (inadvertidamente) en los primeros días de pruebas del radio-tele-grafo.

  • Emma , 14 diciembre, 2016 @ 10:37 pm

    Hola. Estoy metida en este tema (como principiante) y me interesaría escribirme algunos correos contigo (o por facebook, o por donde sea), para compartir opiniones y experiencias acerca de la telepatía con animales. Si lees este comentario, ¿te importa responderme y nos ponemos en contacto? Tengo muchas dudas rondando en mi cabeza y me gustaría compartirlas contigo, si te apetece. Un saludo.

  • Isa , 2 marzo, 2019 @ 12:47 pm

    Hola buenos días. Para empezar, felicidades por tu artículo. Fue interesante.
    Es la primera vez que busco por Internet formas de contactar con animales. Cuento mi historia en pocas líneas. Ayer día 1 de marzo, lleve a dormir a mi pequeño Castilla, tenía 6 años. Por una vacuna le probocaron tumores que terminó siempre do como un puño y medio.
    Por egoísta, mala persona y estúpida, mantuve al pobre conmigo. Yo no sabía su grado de dolor.
    Él comía, bebía, dormía como siempre, se acostaba sobre los tumores y cuando le daba juego el jugaba.
    Yo creía que tendría molestia, pero no un dolor grado 12.
    Cuando decidí llevarlo con todo mi dolor…. Al pinchar le el calmante tuvieron que hacerlo en dos pasos, el dolor en su piel hacia que retorciera, mordiera y gritara de dolor.
    Fue desgarrador.
    Entre lágrimas pedía por favor que no se le hiciera daño.
    Pero el veterinario me dijo que si hacia eso. Es que el cáncer era tan tan avanzado, que le solía hasta pincharle con la aguja de insulina como se hizo la segunda vez… Y por segunda vez retorcida de dolor.
    Jamás lo vi así… Y me partió el alma…. Me dolió ver sus ojos… Sentía que me decían…¡¡¡ vasta!!!! Porque me haces esto.

    Era tan doloroso.
    Ver como tardo 1 hora el proceso hasta llegar a ese líquido rosado que lo llevaría al descanso….
    Fue horrible.
    Llore, le pedí perdón.. Lo abrace.
    Y siento que no fue suficiente.
    Me siento un monstruo… Porque sufría y yo lo mantenía conmigo por pensar egoísta mente.
    En estos momentos daría cualquier cosa por saber como fueron sus últimos minutos
    Que pensaba.
    Saber si descansó en paz.
    Lo cogi con 2 semanas de vida con una enfermedad de ojos y una úlcera en el ojo
    Conseguí curarselo.
    Me dio los mejores 6 años que un animal pudo darme. Fue mi amigo, compañero, hermano
    Me dio tanto amor

    Solo me quería a mi
    Si yo iba al comedor el venía detrás mía. Iba al baño e igual…
    Cuando faltaba agua empujaba el cacharro para avisarme
    Cuando se comía la comida y quería más, se iba a la cocina. Y al verlo sabía a que iba. Con una sola mirada, sabía lo que quería

    Buscaba mis caricias, mis juegos bajo la colcha.
    Mis cosquillas.
    Buscaba mi cariño.
    Cuando estaba malito por culpa de este cáncer, dejo de correr, de estar tan atento a mi.. Pero seguía buscando mi cariño.
    Mis manos.
    Mi mirada.
    Buscaba mi atención
    Y hasta el último día se la di.
    Fue duro verlo marchar, sentir su último anhelo.
    Sentir su cuerpo ya sin vida en mis manos, abrazarlo y no sentir esa resistencia que ponía a veces….
    Él veterinario me dijo que al cogerlo de la calle le di años de vida y de felicidad….
    Pero solo pude contestarle entre lágrimas una cosa.
    En la calle lo mata la vida y tan pequeño no sufriría.
    Al cogerlo, sufrió durante meses y lo mate yo….
    No es lo mismo.
    Y me siento así
    No puedo dejar de llorar y pensar que soy una asesina.
    Que lo mate, que soy un monstruo
    Y por mucho que le pongo una vela blanca, le hablo con la foto y le pido perdón, esta culpabilidad no se me va
    Siento una presión en mi pecho tan fuerte que a veces necesito inspirar fuerte para poder coger aire. Siento ese gran vacío…. Y aunque sea duro decirlo…. Tengo un perro de 11 años… Y desde que se fue mi pequeñín, no siento amor por mi perro, incluso siento no desprecio, pero si que me da igual…. Esto no me pasó nunca
    Cuando partió mi Castilla, fue como que el amor hacia los animales se lo llevó con el.
    Y no quiero volver a tener más animales.
    Jamás pensé así.
    Y ahora lo pienso. Y un motivo más para sentirme despreciable e inhumana.

    Necesito saber como esta.
    Donde esta.
    Si esta en paz.
    Y si me perdona.
    Necesito saberlo… Desearía verlo… Sentirlo…. Aunque eso me quitara la mitad de mi vida.
    No me importa.

    Pero para mi, no habrá ningún ser tan especial como lo fue el

    Un gato blanco con ojos azules y orejas grandes.
    Un ser que se llevó parte de mi alma y mi corazón

    Un ser que me dio tanto amor, que ahora me siento sola y vacía.

    Gracias…..

    • Pilar Maldonado de los Reyes , 4 julio, 2020 @ 5:11 pm

      Todos nos sentimos culpables pensando que no hicimos lo suficiente para ayudar a nuestros animales. Sé que tuve que dejarles marchar porque había llegado su hora de partir de este mundo. Pero los quise tanto que nunca los olvidaré. Ahora tengo otros dos a los que quiero mucho y se que el final de sus vidas llegará y volveré a sufrir.

  • Iso , 2 marzo, 2019 @ 1:03 pm

    Espero de corazón una ayuda.
    Una salida para esto que siento
    Necesito saber de verdad….
    Siento que me quita vida… Ahora mismo.
    A las 12:50 fue cuando su corazón dejo de latir.
    24 horas…. Y no soy capaz de estar en paz.
    Me siento insegura, triste, enfadada conmigo mismo,avergonzada y lo peor de todo. Con miedo.
    No consigo quitarme esos sentimientos.
    Ayer no pude dormir me hasta pasada las 3 y 30 de la mañana.
    Necesitaba su ronroneo.
    Siempre se dormía en mi pecho.
    Y yo con eso me sentía segura.

    En la vida se necesita un alma gemela. Estoy segura que el era mi alma gemela.
    Y quizás me llamen loca

    Pues que lo hagan… Quizás nunca entendieron el amor verdadero.
    Quizás nunca han llegado a amar a un ser que no habla ni camina a dos patas.
    Que se viste y hace vida día a día de trabajo a casa
    Quizás solo se aman así mismos

    Pero yo aprendí a amar de verdad, cuando ese Peludin entro en mi vida
    Tan raquítico, enfermo y a punto de morir…. YO le salve la vida y luego se la quite… Ahí está mi culpa.

    Y ahí está el vacío que dejó…. Porque ahora, no soy capaz de pensar en otra cosa.
    Sentada aquí en mi cama.
    A persianas bajadas como a el le gustaba.
    Y mirándonos sillón donde últimamente pasaba 23 horas acostado.

    Que me perdone y que este en paz… Es lo que necesito… Y aunque lo tenga, nunca lo olvidaré…. Porque formó parte de mi… De mi hogar… De mi vida…. Y aunque no esté presente….. También en mi futuro….
    Castiel no fue un gato más.

    Fue un amigo, hermano, compañero… Mi niño…. La alegría de esta casa… Y ahora, todo se me vino abajo…
    Y lo siento si a alguien no le gusta mis palabras o parecen de más.

    Pero habla mi corazón.
    Que ahora mismo. Esta roto y angustiado 😧.

    Y que pide a gritos que le de una respuesta…. Porque siento que se me rompe por minutos…. Y no tengo forma ni métodos para ayudar a repararlo.

    Por favor…. Ayúdenme.

    • Patricio Jiménez , 2 marzo, 2019 @ 1:56 pm

      Hola Isa. Ante todo decirte que lamento mucho tu pérdida. El ser humano es un animal curioso, pues le gusta regodearse en las penas hasta el punto de dejar de vivir y disfrutar de lo que tiene, pensando en lo que perdió. El resto de animales no son así, viven el momento y se adaptan a lo que les viene sin plantearse mucho más allá.

      Querer controlarlo todo y saberlo todo es muy antropocentrista. El resto de animales no tienen esa necesidad ni se plantean todas esas cosas. Es verdad que cada vez más estudios revelan que son capaces de querer, de divertirse, de crear vínculos incluso de disfrutar de una puesta de sol, pero viven más libres sin preguntarse por qué ocurren las cosas.

      Al no eutanasiarle antes, lo único que hiciste fue lo que él habría hecho si hubiera estado en la naturaleza; vivir hasta que la enfermedad acabase con su vida. Tu gato no se habría suicidado ni ha vivido pensando en que tú debías acabar con su vida, eso también es un pensamiento muy antropocentrista. Tu gato se adaptaba a su dolor y a su situación como solo lo saben hacer el resto de animales no humanos.

      Tampoco tienen dobleces en sus sentimientos, o te odian o te quieren, o les eres indiferente, pero no te guardan rencor, eso es, hasta donde sabemos, exclusividad humana. Si tu gato te siguió considerando parte de su grupo social hasta el día de su muerte, ya sabes lo que pensaba de ti. No albergaba rencor en su corazón.

      Es normal el dolor, es normal el duelo, es normal que le eches de menos, pero es lo que hay. En la naturaleza la vida y la muerte son cosas normales, que forman parte necesaria de la vida. Es nuestra sociedad y nuestra educación católica la que da tantas vueltas al tema de la muerte y de la culpa. Tú no hiciste nada malo, por lo que me has dicho.

      Tu gato ni siquiera sabría de qué tiene que perdonarte, así que el perdón te lo tienes que conceder tú. La pérdida debería ir dejando paso al recuerdo de los buenos momentos pasados con él y además tienes otro animal que depende de tí y que no estará entendiendo tu cambio de actitud. Asúmelo como algo natural, guarda un buen recuerdo de tu amigo y a seguir adelante.

      Pero no te regodees en la pena ni intentes que alguien se ponga en contacto con tu gato en el más allá, porque no te va a llevar a nada positivo. Hiciste lo que consideraste correcto en su momento y tu gato vivió tranquilo hasta el final. Vive el duelo y sigue adelante. Ese es mi consejo.

    • Sonia , 27 junio, 2019 @ 5:18 am

      A mi tambien me paso asi, despues de unos dias que murio mi abulea , me dijeron que minperriti negritonun cocker estaba con insuficiencia renal. Dur( solo 2 semanas mas. Y el se llevo tambien mi amor a los animales mi alegria mi todoooooo. Siento mucha culpa de haberlo dejado durmiendo rn el living a y no en la cama como lo hacia siempre. Pasa q como trnia olor badie queria uedarae en mihabitacion y como yo estaba tan triste por lo de mi abuela noqueria dormir sola. Me siento culpable de no habwrme dado cuenta antes de su enfermedad. El era mi par mi amigo mi amor mi bb era yoo.

  • Susana , 3 junio, 2019 @ 1:28 pm

    Pues, al igual que tú, yo también participé en un taller de Marivi Simona jace cosa de 2 semanas. Sólo piedo decir que nos estafó de mamera sutil a todos los presentes. Podría explicar muchas anecdotas del taller pero el mail se haria interminable. Y no lo digo porque no crea en la telepatía, que sí que lo hago a través de la experiencia vivida en otro taller, lo digo por la poca profesionilodad de esta señora. Cero interés por los asistentes y cero interés en la enseñanza. Lo malo de todo esto es que ella continuará haciendo talleres y engañando a los asistentes.
    Un saludo.

    • Patricio Jiménez , 4 junio, 2019 @ 7:06 am

      Hola. Yo no me acuerdo del nombre de la persona que daba el taller, la verdad.

      • Jul , 23 agosto, 2019 @ 9:09 pm

        Hablando con unas señoras en el parque me enteré ayer de que esto de la telepatía animal existe, así como este sorprendente servicio de «mediador» entre animales y personas. Digo «existe», pero está claro que más bien lo que se da es el caso del oportunismo de los listos de turno que se aprovechan de la panda de crédulos e ingenuos que caen en una trampa típicamente conectada con las emociones.
        Me ha gustado el artículo porque por fin leo algo escéptico y crítico, en lugar de comentarios infantiles y sentimentales en los que se confunden los términos y se interpreta lo que se quiere.
        Si esta señora ( o cualquier otra señora) e verdad pudiera comunicarse con los animales y y esto pudiera probarse fundamentalmente, ?no habría resultado ser un hecho merecedor de ser conocido en todo el mundo? No podrían los animales (no sólo mascotas comunes) revelarnos información preciosa de todo tipo, incluso de tiempos inmemoriales, ya que además los animales ya fallecidos parecen ser también susceptibles de ser contactados?

        Parece que quienes no poseen el aclamado don de la telepatía animal no puede comunicarse con su perro o su gato o su loro o su hámster. Se diría que hay una gran Barrera ante ellos. En lugar de dejarse estafar por esta nueva clase de charlatanes, por qué no tratan de OBSERVAR bien a su animal para VER que su lenguaje corporal, su actitud, sus gestos, todo ellos YA ES comunicación?

        Ya es la segunda vez que alguien me viene con el cuento de que «puede hablar con mi perro»… Bueno, pues yo también… Pero sin mentirme a mí misma con bobadas sobre telepatía animal .
        Conoce a tu mascota. Sal a pasear con ella, pasad tiempo juntos, presta atención a los detalles, asocia hechos, estimula el cambio y la creatividad.

        No sé por qué me da tanta rabia ver que cada vez más gente se deja llevar por estos cuentos de energías y espiritualidades. No niego que haya un altísimo grado de emotividad al estar conectado y en relación con animales. Pero la ingenuidad tan a las bravas, tan en crudo, tan desprotegida, ahhh… Me hace daño

        Por cierto, me gustó mucho la contestación que diste a la persona que sufría por no haber llevado a su gato algo antes al veterinario.

        Saludos

    • Koala , 22 septiembre, 2023 @ 2:55 pm

      Yo creo que si que puede existir alguna fuerza superior con la que te puedes comunicar sin necesidad de nada, tan solo con la mente, pero que es inaccesible para nosotros, los humanos. O al menos para la mayoría. Ya que la naturaleza en sí misma juzga quien puede y debe y quien no puede ni debe acceder a esa fuente de comunicación, pero que son para cosas altamente importantes. Nada de cosas sin sentido o ridículas.

  • Ari , 24 noviembre, 2019 @ 2:15 pm

    Hola, buscando sobre telepatia con animales he encontrado estos comentarios y me gustaria contar mi experiencia.
    Buscando en youtube sobre otra cosa, encontré el tema de telepatia con animales. De entre todos los videos me quede con el de una persona llamada Marivi Simona que contaba su experiencia con un leon y luego con ballenas, etc. Me interesó y busque su pagina web y vi que habia cursos y consultas. En un principio pense en hacer el curso, pero al final solo concerté una consulta online para tratar un problema de mi gato. Por correo electronico recibi un mensaje en el que otra persona me saludaba y por lo que se ve, formaba parte del grupo de trabajo de Marivi, compuesto por personas que habian aprendido en sus cursos y ya estaban preparadas para atender consultas.
    En principio no me gusto, pero tampoco le di muchas vueltas. Llegado el dia de la consulta, nos conectamos y …..todo fue genial.
    Antes de empezar, me propuse no decir nada de mi vida, ni gesticular para que no se notara ni mi estado de animo y hablar lo menos posible para que no pudiera dar pistas de que decir. La persona que me atendio parecia estar en su casa, hablaba suavemente y cuando yo le expuse el problema hizo unos segundos de silencio para conectarse con mi gato y empezo a contar cosas que nadie sabria salvo él, incluso cosas que yo pensaba que mi gato pasaba por alto sobre mi vida. Sí, mi gato sabe lo que siento y lo que he pasado en mi vida.
    En definitiva, esta persona tenia telepatia con mi gato sin lugar a dudas.
    Mi conclusion, esto de la telepatia y otras cosas de este estilo, trabajar con energias, etc, exige concentracion , y no me refiero solo a cerrar los ojos sino abstraerte de problemas y cuestiones propias, y no creo que nadie pueda convertir en un negocio algo que depende tatnto de tus circunstancias personales emocionales,etc.
    Pero comunicarse se puede, pero sin horarios ni fecha en el calendario ….

  • Alejandra páez , 15 agosto, 2020 @ 7:56 pm

    Buenas tardes, quisiera contactarme contigo para que me puedas ayudar, sobre la muerte de mi mascota y saber de él. Gracias

    • Patricio Jiménez , 16 agosto, 2020 @ 1:32 pm

      Hola Alejandra. Siento la pérdida de tu mascota, pero creo que no has leído mucho más allá del título de mi artículo. En él hablo de cómo, por casualidad, me encontré en una charla sobre telepatía animal y salí espantado. Solo he tenido esa experiencia, es cierto. No he indagado más ni he hecho ningún curso ni he probado a consultar algo de mis animales a alguien que diga que se dedica a la telepatía con animales, pero la experiencia que me da llevar muchos años estudiando la sicología canina y los años que estuve tratando problemas de conductas caninas a domicilio, me hace dudar mucho de que realmente la telepatía animal exista.

      Ante una pérdida de un ser querido, el dolor nos hace negarnos a creer que nunca más vamos a poder hablar con nuestro ser querido ni saber de él. Sé de lo que hablo, hace un par de semanas falleció mi hermano, pero mi consejo es que no caigas en gurús que te aseguren que hablan por boca de tu mascota. La muerte está intrínsecamente ligada a la vida, y hay que asumirlo. Vive tu luto, llóralo, recuérdalo, pon algo suyo en un lugar destacado de tu casa, pero no pierdas dinero y tiempo en brujos ni seudociencias. Esa es mi opinión. Si has llegado a leer hasta aquí, un abrazo fuerte y muchos ánimos.

  • Sandrine girardeau , 6 febrero, 2021 @ 6:59 am

    Gracias por compartir su historia, pero me deja con preguntas, como es que si está tan involucrado con animales no haga la prueba de tomar el curso de telepatía? Si de verdad podría funcionar que le para? 2 días de su vida y una pequeña cantidad de dinero me imagino? A caso que fuera que funciona no es un inversión que vale la pena? I si no funciona que? Sus argumentos que no están basando en ningún experiencia pero solo su opinión son para mí muy pequeños comparado a lo que sería pasando al lado de esta posibilidad.realmente no siento que sus argumentos tengan ningún peso y validación, son muchas las cosas en este mundo que la mayoría de la gente desconocen y existen y simplemente el argumento es muy parecido, » si fuera así todos los sabríamos» y así no se busca, aquí se para las discusion. Si, se puede dudar que en un fin de semana se aprende la telepatía pero también me parece entender que solo habla de haber el canal, pero eso es como si le diera una cuerda a saltar, bien pero luego hay que practicar ,solo con la cuerda no se sabe saltar,pero sin cuerda no hay nada que practicar. supongo que es lo que se recibe en un fin de semana lo que tampoco puede ser un argumento para niegar que así sea, dice que si fuera así hubiera ya consecuencia para verlo, mmmm están las consecuencia para quien quiere verlas, y como explicó muy bien el ser humano solo está interesada en aliviar sus penas y culpas, así que los pocos que ya lo usan por otras verdades no interesan a los muchos, pero están, y también si usted tiene curiosidad lo que parece ser su caso, están los que leen toda la historia de la humanidad con las pyramides, pero que pasa, demasiado fuerte para que la masa los crean. Por supuesto solo son mis palabras y poco para que se lo crea, y de echo tampoco sirve nada creer me, así que me vuelve otra vez a mis preguntas, que es lo que le para a no investigar algo que es de enorme utilidad en su oficio???

    • Patricio Jiménez , 6 febrero, 2021 @ 9:43 pm

      Tiene usted toda la razón. Y quiero reiterar que el artículo habla de esa experiencia concreta y solo es mi opinión. ¿Qué me para a seguir investigando? Pues lo he estado pensando, y sí, supongo que un taller de un fin de semana solo te da unas claves que debes seguir practicando y practicando, aunque ella no decía exactamente eso.
      Si es así, y después lleva un tiempo de trabajo y repetición, no lo hago porque no creo en la recompensa final, por muy buena que pudiera ser en caso de ser cierta. Del mismo modo que no voy a meditar durante toda mi vida para llegar al Nirvana, no me hago asceta o no sigo una vida de oración y caridad para ser uno con Dios como Santa Teresa de Jesús. En los tres casos la recompensa es inmensa y, según su argumento, no sé qué estamos haciendo los dos aquí escribiendo en lugar de tomar cualquiera de los tres caminos. No niego la existencia de las tres recompensas, pero no creo en ellas y embarcarme en un proceso largo y que requiere tanto esfuerzo y sacrificio, pensando que no me va a conducir a ningún lado, no tiene sentido.
      Si por el contrario, conseguir comunicarse con los animales, las plantas y los minerales no requiere tanto esfuerzo, sigo pensando que más personas lo harían. En el mundo de la comunicación en que vivimos, y es más, en el mundo de las conspiraciones en que vivimos, si un grupo de personas pudieran explicar el origen de todo, con la certeza con que esa mujer me lo explicó, algo me habría llegado, igual que lo ha hecho el terraplanismo, por muy raro que parezca.
      Pero, tiene razón, ese argumento se utiliza para negar otras cosas simplemente por prejuicios o por ignorancia. Lo que pasa es que aquí no estamos hablando de teorías difíciles de demostrar, como el origen de las pirámides. Repito, tal y como lo contaba la persona que daba la charla, no habría teorías sino certezas. Si puedes comunicarte con piedras y árboles milenarios puedes saber el lugar de restos arqueológicos, la solución de misterios históricos…
      También puede ser que los que tienen ese poder lo oculten al resto para que no sea el caos, pero claro, ya empezamos a entrar en el terreno de la conspiración y las suposiciones.
      Quise circunscribir mi artículo a esa experiencia en concreto porque efectivamente solo puedo hablar de lo que viví, y tampoco sé si justo coincidí con la peor practicante de telepatía que hay. Tal vez la telepatía no es como ella lo contaba, no lo sé, ningún practicante de telepatía me ha escrito para refutar lo que digo, por otro lado, pero si alguien me lo explica de otro modo no tengo inconveniente en cambiar de opinión.
      Le agradezco mucho su comentario. Ya no es habitual que alguien que piensa de otro modo lo diga sin insultar y argumentando. Me ha hecho pensar, y para eso deberían ser los comentarios.
      Un saludo

  • Cathy Muñoz , 28 agosto, 2021 @ 4:28 am

    Buenas noches ,llegue hasta aquí buscando cómo comunicarme con mi perrita fallecida el domingo ,leyendo no te miento que me fui defraudando …pero la verdad es que mientras uno crea que ellos están vivos en otro plano del universo basta …no creo que aya alguien que te pueda decir en idioma humano ,que tu perro te dijo algo …sin embargo SÍ CREO que ellos te esperan en la otra vida, pero como eran aquí en la tierra ,no como humanos que te pueden hablar …les quiero decir a todas esas personas que han perdido a sus animalitos que entiendo el dolor,lo estoy viviendo y que se aferren a la idea que algún día se volverán a encontrar ,que no es el final ! Aveces las señales están más cerca de lo que creen ..saludos y ánimo !

    • Patricio Jiménez , 28 agosto, 2021 @ 10:07 am

      Siento mucho lo de tu perrita, yo también perdí hace poco a mi perrita que durante más de 14 años fue parte de mi familia. Muchas gracias por tu comentario. Un abrazo

  • Chari , 15 noviembre, 2021 @ 3:24 am

    Buenas tardes, interesantisimo debate . Yo si creo en la comunicación animal y creo que todo el mundo lo puede hacer, teniendo una conciencia abierta y mostrándose abiertos al amor. Vi hace poco un video de Anna breytenbach acerca de un leopardo negro que se llamaba diablo y me fascinó, os animo a verlo, esta subtitulado. En YouTube está. Justo hoy perdí a bocaito, mi perro de.nueve años que ha sido la alegría de la casa y más adelante porque ellos necesitan un tiempo para trascender, haré una comunicación con el, lo amamos profundamente, buen artículo Patricio. Gracias y enhorabuena por el

    • Patricio Jiménez , 15 noviembre, 2021 @ 2:15 pm

      Gracias por tu comentario y siento mucho lo de tu perro. Un saludo

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