No, no se trata de ver videos de loros haciendo monerías o cantando como un tenor con carraspera. Sería imposible desbancar a los gatitos de internet. El proyecto que hace unos años quiso poner en marcha el famoso MIT (Massachusetts Institute of Technology) era un poco más complicado.
Se trataba de crear una plataforma web con contenido exclusivo para loros y un teclado especial que les permitiera interactuar y jugar mientras sus dueños no estaban en casa. Una especie de consola que mantuviera su cerebro ocupado durante las horas de soledad.
¿Era necesario o era una excentricidad de los científicos? Sabemos que los loros tienen un tamaño del cerebro en relación a su cuerpo muy alto y nadie duda ya de su inteligencia, a pesar de que durante mucho tiempo se consideró a las aves como inferiores a los mamíferos por las diferencias entre sus cerebros. Las aves no tienen neocórtex y no existe en él un lóbulo frontal en el que resida la consciencia. Aún así, sus procesos mentales son muy parecidos a los nuestros.
Pero un gran cerebro hay que alimentarlo. El estrés y la monotonía de pasar muchas horas solo en una jaula mirando a la pared es la principal causa del picaje, una conducta que le lleva a arrancarse todas las plumas del cuerpo, salvo de las zonas donde no llega. El picaje puede convertirse en un hábito muy difícil de quitar.
Interpet Explorer pretendía entretenerles pero también demostrar la capacidad de aprendizaje del loro. Juegos, música, puzzles, imágenes de congéneres en libertad o conexiones con sus dueños a través de una webcam eran los contenidos que incluía este proyecto que desgraciadamente no cuajó. Pero no importa. Hay multitud de juguetes analógicos a nuestro alcance, aunque nosotros seremos siempre su mejor compañía.