María González ha diseñado y patentado unas prendas posquirúrgicas de última generación que mantienen las zonas lesionadas de nuestras mascotas limpias y protegidas mientras se recuperan.

Médicos veterinarios de la Universidad de Sydney, Australia, elaboraron un estudio en el que se encuestó a 434 propietarios, cuyas mascotas habían usado el collar isabelino en el último año. Se trataba de averiguar los impactos que estos collares habían tenido en la calidad de vida de sus animales en general y particularmente en el sueño, la alimentación, la bebida, el ejercicio y las interacciones con otros animales.
Los investigadores concluyeron que su uso produce estrés en nuestra mascota, pues reduce su campo visual y afecta a su libertad de movimiento. Es un objeto incómodo y extraño. Pero también estresa al propietario de la mascota, pues es evidente que no está cómoda y, en esos momentos posquirúrgicos tan delicados, crece la preocupación de que su mascota no esté recuperándose en condiciones óptimas.
Así pues, este estudio sugiere que los collares isabelinos podrían tener un impacto negativo en el bienestar de nuestros animales, dentro de una variedad de áreas, incluidas la nutrición, la salud, el comportamiento y el estado mental.
La alternativa al collar isabelino
Lo más importante para un paciente recién operado, o con alguna lesión, es el tratamiento posoperatorio, y para ello es fundamental que, cuando ya no esté bajo el control cualificado del veterinario, los cuidados, los tratamientos, las curas, la higiene y la vigilancia se hagan de la mejor manera posible por parte de los dueños, para que la recuperación sea rápida y sin contratiempos.
A veces, por más que los dueños hacen todo lo posible por proporcionar seguridad y comodidad a sus mascotas, estas consiguen zafarse del cono y autolesionarse, dando un paso atrás en su recuperación. ¿Cuál es la alternativa?
La alternativa se llama Prenda Protectora Veterinaria (PPV), diseñada por la emprendedora y diseñadora María González. Con estas prendas se acabó el estrés de las mascotas después de tener que pasar por un quirófano. El engorroso tramo posoperatorio, en el que la mayoría de animales tienen que llevar puesto el tradicional collar isabelino, es historia. Ahora, las zonas lesionadas se mantendrán limpias y protegidas sin tener que soportar ese aparatoso artilugio alrededor del cuello de nuestros fieles amigos.

El objetivo de este nuevo producto, patentado y diseñado por Prendas Protectoras Veterinarias PPV, se centra en potenciar la libertad de movimientos del animal mientras se recupera del proceso quirúrgico. Se trata de hacer su vida lo más normal posible y que no se vea afectada por los inconvenientes de la colocación del collar isabelino.También están proyectadas para dotar de una mayor seguridad a la mascota cuando carezcan de la atención necesaria, ya sea tanto del veterinario como de los propios dueños una vez el animal haya vuelto a su hogar tras el alta médica.
El revestimiento de las prendas está diseñado con costuras planas y es muy elástico, por lo que pueden aplicarse a un sinfín de lesiones: férulas, puntos de sutura o en las siempre incómodas cánulas intravenosas. El PPV cubrirá la zona con mucha comodidad para el animal y una eficacia sanitaria sobresaliente.

Estas prendas no solo les protege de cualquier tipo de arañazo en la zona, les mantiene limpia la superficie a proteger y está dotado de un alto nivel de propiedades antibacterianas, sino que son mucho más difíciles de desprender que el collar isabelino, evitando accidentes. Por otro lado, no les incomoda para comer y beber, de forma que no les afecta a algo tan básico como su proceso alimenticio y no les acarrea problemas derivados de la falta de nutrición.
¡Así que ya sabes! Ponle la prenda protectora veterinaria a tu mascota y sigue dándole los mimos y cuidados que merece en una situación tan delicada para ellos como la que implica un proceso posoperatorio.
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