Como todo en la vida, también la avicultura no basta solo con querer practicarla, sino que conviene formarse sobre ello. Y es que la actividad avícola cada vez atrae con mayor fuerza a personas que no son agricultores ni ganaderos profesionales, sino que quieren hacer alguna incursión en el mundo de las granjas para autoabastacerse y contar con una alimentación lo más natural posible.
Internet, además, ha facilitado las cosas, pudiendo adquirir las gallinas y los gallineros online con toda la información sobre todos los pormenores a la hora del transporte, los plazos y la entrega.
La importancia de conocer algunos aspectos básicos
El hecho de que las gallinas ocupen relativamente poco espacio suele ser el motivo fundamental por el que muchas personas ajenas al sector se decantan por esta actividad y no por otra.
Formarse en el cuidado de las gallinas es fundamental para obtener buenos resultados. Entender cómo funciona su naturaleza, qué necesidades tienen y recrearles un entorno en el que se sientan a gusto, es el primer paso para poder conseguir que una gallina ponedora ponga más o menos. Como los humanos, también las aves, a más felicidad, más productividad.
Por ende, en cuanto al entorno, contra más espacio se tenga, mucho mejor será. Además del gallinero, es positivo tener un espacio más donde las gallinas se puedan mover con libertad, estirar, comer y, simplemente, cambiar de ambiente. Por eso es importante disponer de espacio suficiente, un jardín o similar donde las gallinas estén también protegidas.
Elegir entre un gallinero portátil y uno permanente suele ser la primera gran decisión después de adquirir las gallinas.Actualmente los portátiles suelen tener unos diseños muy dinámicos y ergonómicos que hacen que muchas personas se decanten por ellos porque les inspira mayor bienestar al ave que una estructura más rígida y que, además, les permitiría moverlo de ubicación.
En realidad, decantarse por un modelo u otro es casi subjetivo porque lo importante es garantizar que la gallina esté bien, tenga la luz suficiente, la comida adecuada y disponga de un lugar apartado donde pueda estar con una cierta intimidad para poner sus huevos, lo que se llama, apropiadamente, ponederos.

Normalmente las estructuras que se trabajan son de madera, las más demandadas y las que tradicionalmente mejores resultados dan. Eso sí, a lo largo del tiempo se han ido perfilando diseños cada vez más modernos y actuales, con tendencias en distintos colores de madera y formas.
Muchos de estos gallineros portátiles cuentan con ruedas, con lo que, si en un momento dado se quisiera mover por tema de sol o lluvia, se podría hacer. No hay que olvidar que es importante que las gallinas tengan un cierto nivel de confort y ni con frío ni con lluvia serán capaces de poner huevos si se sienten incómodas.
Aquellos que prefieren contar con los gallineros estáticos y clásicos suelen tener siempre la explotación en el mismo sitio, sin pensamiento de cambiarla, adecuándose a la orientación existente. Y si en algún momento tuviesen que cambiar de ubicación real, simplemente, volverían a construirlo en otro sitio partiendo de cero.