La ganadería en España es fundamental y debe protegerse. Sé que es raro empezar un artículo a favor del lobo ibérico con esta frase, pero hay que cambiar el cuento de una vez. La historia del lobo no puede plantearse como un problema de un bando contra otro ni tampoco como guerra de cupos y censos. Sé que no se suele hablar en estos términos, por eso ahora es el momento.
El pasado 13 de marzo, víspera del aniversario de la muerte (y el nacimiento) de Félix Rodríguez de la Fuente, hubo una manifestación en Madrid a favor de la protección integral del lobo en todo el territorio español, ya que no lo está. Al norte de Duero el lobo es especie cinegética y se le da caza (ver status del lobo en España aquí).
El problema en todo el mundo, no solo en este país, es que se sigue planteando la presencia del lobo como una amenaza, como una lucha del animal contra los ganaderos y los cazadores, pero creo que a estas alturas de la historia sabemos lo suficiente sobre la importancia de los grandes carnívoros en los ecosistemas como para poder plantear la cuestión desde otro punto de vista y acabar con el eterno dilema. La biodiversidad es tan importante como el reciclaje o la reducción del efecto invernadero, por lo que el si lobo sí o el lobo no, no es la cuestión.
No lo dicen solo los ecologistas. Hay muchos estudios científicos sobre el impacto que la desaparición de los grandes depredadores genera en el equilibrio natural, alterando el comportamiento de los herbívoros o de otros carnívoros más pequeños y modificando a su vez la cantidad y calidad de la vegetación. En un mundo interconectado, la ausencia de uno de sus elementos debilita a todo el ecosistema.
En 1985 apareció por primera vez el término cascada trófica (fuerzas top-don en inglés) en un trabajo de Stephen R. Carpenter, James F. Kitchell y James F. Hodgson, aunque sus características ya habían sido referidas unos años antes. Todos conocemos la teoría clásica (fuerzas bottom-up), según la cual, la presión trófica va de abajo a arriba y una mayor cantidad de alimento primario (vegetales), que dependerá del clima y los nutrientes, generará una mayor cantidad de herbívoros que a su vez generarán una mayor cantidad de carnívoros.
Los estudios descubrieron que eso no explica completamente lo que ocurre en ciertos ecosistemas, dándose el sentido contrario: los depredadores nivelan la cantidad de herbívoros que a sus vez nivelan la cantidad de alimento primario. La cascada trófica.
Todo esto dicho a grosso modo, pues la aparición o desaparición de los depredadores no solo influye sobre sus presas directas sino también sobre otros depredadores y sobre los carroñeros. Este vídeo, muy famoso hace unos años, sobre las consecuencias de la introducción de los lobos en el parque Yellowstone lo explica muy bien:
Estas teorías están aceptadas por la comunidad científica, con la reserva de que no afectan a todos los ecosistemas en general, sino que convive con el otro modelo; a veces de modo independiente y otras solapándose. (Para un conocimiento más científico de las redes tróficas ver aquí)
También están demostrados los beneficios de los depredadores en el mantenimiento de poblaciones sanas de grandes ungulados como ciervos y corzos, principales objetivos de los cazadores y cuya competencia con el lobo son excusa habitual para exigir su eliminación. Como explican perfectamente los hermanos Ruiz Díez en su libro Tres clanes, los lobos tienen poco que hacer con machos fuertes de ciervo, y ellos lo saben, mientras que los ejemplares más fuertes y con mayor cornamenta son precisamente los más preciados por los cazadores, (lo que elimina del campo los mejores genes, por cierto).
Aunque no hay estudios en España sobre la relación del lobo con sus presas sí los hay en otros países, demostrando que los lobos no tienen un alto porcentaje de éxito (como prácticamente ningún depredador) y que para ahorrar energía y evitar riesgos innecesarios se centran en animales muy jóvenes o enfermos.
Es conocido entre los aficionados a la caza la calidad de los ciervos de la Sierra de la Culebra, precisamente una de las zonas con mayor densidad de lobos, como se explica en este artículo de la revista Trofeocaza.com (nada sospechosa de ecologista peligrosa). En el mismo artículo, se hace hincapié en la importancia de este depredador también en la salud y cantidad de caza menor al controlar la población de perros asilvestrados y zorros. (actualización: al ir a revisar los enlaces de este artículo, he descubierto que el enlace a http://www.trofeocaza.com/noticia/1703/reportajes/la-importancia-del-lobo-en-los-ecosistemas.html, está roto. Por alguna razón, ya no aparece en su web).
La página de la Junta de Castilla y León también apunta que, en la Sierra de la Culebra:
«El ciervo es la especie principal en el Plan de Caza de la Reserva. Los trofeos de ciervos obtenidos en la caza a rececho se encuentran entre los mayores de España. La Reserva Regional de Caza de la Sierra de la Culebra puede ser considerada como uno de los mejores territorios no cercados para la obtención de trofeos de ciervo en el ámbito nacional.»
El problema es que todas estas teorías han llegado tarde. Desde mediados del siglo XIX hasta la década de los 70 del siglo pasado hubo una atroz persecución en Europa y América de los grandes carnívoros. En España, los lobos pasaron de estar por toda la península a mediados del XIX a casi desaparecer, hasta que Félix Rodríguez de la Fuente consiguió sacar a la especie del listado de alimañas.

Actualmente hay mucho dinero y recursos invertidos para revertir el proceso de extinción de los siglos pasados. Recordemos que el lobo desapareció de todo el occidente europeo, salvo la subespecie ibérica, por eso, antes de que nosotros fuésemos conscientes de la riqueza natural que conservábamos, las empresas de turismo de observación británicas, francesas y alemanas hacían (y hacen) su particular agosto en nuestro país.
La pasada concentración del día 13 puso al lobo en plena Puerta del Sol de Madrid, bajo el grito de lobo vivo, lobo protegido, recalcando a través de la voz de Luis Miguel Domínguez, de la asociación Lobo Marley, que no era contra nadie, sino a favor del lobo. Por ahí está el camino, a pesar de que también hubo una representante de PACMA, mucho más combativa. La radicalización, aunque tenga un fondo noble, siempre hace perder la razón.
Pero lo cierto es que no se pueden mantener los mismos prejuicios de toda la vida, como si no hubiera pasado nada en los últimos 100 años. Ahora sabemos la importancia de los grandes depredadores para conservar unos ecosistemas saludables, sabemos de la importancia de la biodiversidad para nuestra propia subsistencia y sabemos que es muy difícil recuperar una especie que desaparece de su entorno natural. Como dije antes, el dilema lobo sí, lobo no, no existe. Ahora pongámonos a trabajar.
Porque otra cosa que también hemos aprendido en estos últimos años es a proteger y conservar mejor. Conocemos más exhaustivamente la vida y necesidades de las especies y su entorno; y tenemos los medios. Ahora hay que conseguir mantener una población sana que pueda expandirse por territorios propicios a la vez que protegemos a los ganaderos.
Pero en cuanto nos quitemos la pesada manta de los viejos mitos podremos decir claramente que el mayor problema de los ganaderos no son los lobos, sino una legislación pensada para las grandes explotaciones que ahogan a los pequeños empresarios del campo y unos márgenes de ganancias que solo benefician a los intermediarios. Para el lobo hay soluciones.
Mastines, pastores eléctricos, cambio de hábitos de la ganadería extensiva, seguros privados, acabar con la diferencia entre ataques de perro y lobo o subvenciones dirigidas a las explotaciones que tomen medidas proactivas frente a los ataques, son algunas de las medidas que ya utilizan muchos ganaderos responsables y que están dando buenos resultados.
La guerra contra la naturaleza ya la hemos ganado, somos la especie de más éxito de la Tierra. Ahora debemos poner todo nuestra tradición, conocimiento y tecnología para convivir con las demás especies. La conservación de la naturaleza ya no es negociable.
Descargar 11-propuestas-lobo: 11 propuestas para la conservación del lobo en las Comunidades Autónomas.
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