Desde la web www.dosfarma.com nos han enviado una breve guía sobre una de las enfermedades que más les afecta: la artrosis. Y es que, 9 de cada 10 gatos con más de 12 años tienen degeneración en las articulaciones. En general, es una dolencia que afecta a los gatos mayores, pero es difícil de diagnosticar.
La artrosis es una enfermedad crónica de las articulaciones que afecta a gatos, perros y personas. Aparece cuando se desgasta el cartílago que acolcha la articulación, con lo que el hueso queda expuesto y produce dolor. Hay dos tipos de artrosis, primaria, cuando aparece en una articulación previamente sana y que suele ser la más habitual en los gatos mayores, aunque no se conoce muy bien el porqué.
Hay varios factores que favorecen la aparición de esta dolencia en los felinos. Ciertas razas tienen una mayor predisposición a sufrirla, como los Scottish Fold o los Burmeses. También puede producirse después de una fractura o debido a la acromegalia, una enfermedad hormonal poco frecuente. La obesidad por sí misma no genera artrosis pero la agrava cuando aparece.

Hay diversas señales que darán pistas para saber que un gato tiene artrosis:
- Movilidad reducida: Si el animal tiene dificultades para subir o bajar de los muebles, si le cuesta acertar en la caja de arena o si cojea o anda muy estirado, puede indicar que le duelen las articulaciones.
- Cambios en su nivel de actividad: Tendrá menos ganas de jugar y de salir al exterior para explorar y cazar. Eso hace que reduzca mucho su actividad física, lo que se reflejará en que tendrá las uñas más largas que de costumbre y engordará.
- Cambios en el acicalamiento: El gato se limpiará más en las zonas doloridas por la artrosis. Además, es frecuente que aparezcan nudos en el pelaje.
- Cambios de carácter: El animal tiende a perder interés en relacionarse con otros y ya no tolera que le toquen. En definitiva, ya no interactúa tanto o no responde cuando se le acaricia.
Cómo cuidar de un gatito con artrosis
- Evitar que suba o baje escaleras: Le costará mucho hacer ese tipo de esfuerzos, por lo que es mejor dejarle la cama, los juguetes, el comedero y el arenero en una zona sin escaleras.
- Camas blandas y situadas en zonas tranquilas y sin corrientes de aire: Una cama blanda y confortable le ayudará a descansar las articulaciones doloridas. Es importante que esté situada en una zona sin escaleras, tranquila y donde se sienta calentito.
- Cortarle las uñas más a menudo: Los gatos con artrosis hacen menos ejercicio, por lo que las uñas no se desgastan y están más largas.
- Usar arena de grano fino: Es más blanda, por lo que le ayudará a que los pies no sufran tanto.
- Poner escalones para que pueda acceder mejor a sitios altos: Si el gato está acostumbrado a descansar en el sofá o le gusta subir a alguna zona elevada, hay que facilitarle el camino.
- Ayudarle a asearse: Habrá zonas de su cuerpo a las que le cueste más llegar para limpiarse, como los ojos o la región perineal.