Los perros normalmente tienen muy buen apetito, pero las mudanzas, estar deprimido o la necesidad de llamar la atención puede provocar que deje de comer. Descubre cuáles pueden ser las posibles causas y cómo solucionarlo.
Mantener a una mascota bien alimentada, hidratada y libre de desnutrición es un derecho animal básico y una responsabilidad del dueño, así lo señala la Organización Mundial de Sanidad Animal, sin embargo, aunque la mayoría de los dueños se esfuercen por lograrlo, en ocasiones el excelente apetito que caracteriza a nuestro can puede desaparecer.
Un perro sano no suele perder el apetito, a menos que no le guste la comida que tiene su cuenco. Aunque, también es completamente normal que un día tu mascota simplemente esté muy perezosa, que sienta algo de malestar por haber comido demasiado o que la comida no le haya sentado muy bien.
Pero cuando esta situación se vuelve frecuente o persiste por más de tres días, es momento de estar atentos y descubrir tan pronto como sea posible cuál es la causa de este fenómeno, ya que podría necesitar una visita urgente al veterinario.
Causas que pueden provocar la pérdida de apetito en tu mascota
En ocasiones, puede deberse a circunstancias vitales del perro, como podría ser vivir con una nueva familia, en un nuevo hogar o estar en lugares desconocidos durante las vacaciones o los viajes. Todo esto puede influir en su apetito.
Un perro ansioso, nervioso, triste o deprimido puede alimentarse peor, o directamente no hacerlo, debido a su estado apático. Lo mismo sucede durante los cambios en el entorno familiar, afectando su estado de ánimo y, por consecuencia, sus ganas de alimentarse.
Por otro lado, las causas también pueden deberse a situaciones más graves, como cáncer o determinados tratamientos farmacológicos que afectan el apetito del perro. Si, después de comenzar un tratamiento, el can ha dejado de comer por más de dos días, debe comunicárselo inmediatamente a su veterinario.

¿Cuáles son las razones más frecuentes por las que un perro no quiere comer?
Está claro que las razones por las que tu perro ha dejado de comer se pueden deber a factores externos o por circunstancias relacionadas a su salud física y psicológica. Entre las causas más habituales destacan las siguientes:
- Aburrido de su pienso o no le agrada la nueva dieta: los perros, al igual que los humanos, se cansan de comer siempre el mismo tipo de alimento. Aunque los piensos puedan cubrir las necesidades nutricionales del animal, puede que no satisfagan por completo a su paladar.
De hecho, ofrecerle durante demasiado tiempo el mismo alimento, o no dejarle disfrutar de otras comidas, puede entenderse como un castigo animal.
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- Ha comido otros alimentos: muchas recompensas, restos de comida de los dueños o cualquier otro tipo de alimento que no forme parte de su dieta habitual, puede provocar que el perro no sienta interés por su comida.
En estos casos, no se debe precisamente a que tu perro no tenga apetito, sino a que lo sacia con otros alimentos –inadecuados– y que no se encuentran en su horario habitual de comidas.
- Está deprimido: los perros también se sienten tristes y pueden deprimirse por muchas causas, como la pérdida de un ser amado para él, regresar de unas divertidas vacaciones (conocida como depresión postvacacional), el ambiente donde se encuentra está demasiado tenso, etc. La apatía en el can provoca que no tenga ganas de comer.
- La edad, el calor y el entorno: los perros en edades avanzadas pierden parte de sus sentidos, como el gusto y el olfato, lo que provoca desagrado con lo que comen.
Lo mismo sucede con el calor, un día demasiado caluroso puede reducir el apetito de tu mascota. Por otro lado, algunos canes se sienten incómodos y estresados en nuevos ambientes, lo que desencadena la falta de apetito.
¿Qué debo hacer si mi perro no quiere comer?
Aunque no suele ser lo más habitual, un perro puede llegar a morir por su falta de apetito; sin embargo, descuida, no llegará a este extremo si estás atento y sabes cómo actuar frente a esta situación.
Un perro con depresión necesitará de un tratamiento veterinario, o incluso, de un psicólogo específico, mientras que si la falta de apetito está provocada por una patología física, como por ejemplo una gastroenteritis, será necesario paliar los síntomas de la enfermedad con ayuda de un veterinario para que el perro recupere las ganas de comer.
También es una buena idea preparar alimentos que puedan resultar más apetitosos y le ayuden a recuperar el apetito. Para ello, variar los alimentos secos con un alimento húmedo, que normalmente le resultará más sabroso, va a atraer el paladar del perro más inapetente.
Pero si esto último no funciona y tu perro sigue sin ganas de comer, no dudes en buscar atención veterinaria, ya que podrías salvarle la vida a tu peludo y fiel amigo.