• 10 junio, 2023
  • Last Update 7 abril, 2023 5:37 pm
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Adoptar un gato, Kalim. Día 1

Adoptar un gato, Kalim. Día 1

En casa siempre ha estado rondando la posibilidad de compartir la casa con un gato, cosa que ya hacemos con un perro desde hace 8 años, y después de un intento fallido con Hermione (sí, por Hermione Granger la amiga de Harry Potter, ver post aquí) una gatita que recogimos famélica y que apenas pudo aguantar dos días, hoy ha llegado a nuestra casa un macho adulto llamado Kalim adoptado de la protectora amiga SOSfelinos.org

Antes de nada, debo reconocer que, de toda la familia, justo he sido yo el que más me he resistido a meter un gato en casa, y no porque no me gusten los gatos, ya que quien me conoce sabe que soy un enamorado de cualquier animal, sino que mis reticencias han venido por la visión un tanto especial, a veces incluso esotérica que le quieren dar algunos entusiastas de estos animales y que se aleja mucho de mi forma de ver y de sentir, mucho más naturalista.

Además, la experiencia me ha enseñado a poner en cuarentena a la sabiduria popular en lo referente a animales y no me gusta dar por hecho ciertas cosas. Así por ejemplo, en cada cosa que leía o me comentaban incluso quienes tenían cierta experiencia con los gatos, había las mismas ideas; que los gatos no son perros (es cierto), que como son territoriales no les gustan los cambios de casa y por eso se pueden pasar incluso una semana debajo de la cama (¿?), o que los gatos son más dignos que los perros y por eso se dejarán tocar solo cuando ellos quieran.

Ésto último me incomodaba un poco, porque los amantes de los gatos a veces explican estas cosas como si los perros fueran animales imbéciles que siempre vuelven corriendo hacia tí con la lengua fuera y cara de bobo aunque les trates fatal. He visto tantas veces perros que pasan absolutamente de sus dueños que estas declaraciones me dejan pasmado, pero más allá de eso, noto constantes justificaciones de estos comportamientos y no puedo dejar de hacerme preguntas. Partiendo de que es cierto que no tengo experiencia con gatos, pero sí con otros animales como perros y loros, no me atrevo a aseverar, pero sí a preguntar.

Muchos de esos comportamientos de gato huraño, incluso se tratan por algunas personas como algo positivo del carácter especial de los gatos, pero a mí me parece que no es natural que un ejemplar se pase 15 días debajo de la cama cada vez que cambia de casa, aunque sea de vacaciones, ni se pueda justificar que los gatos no puedan salir de casa porque viven más si no lo hacen. Joaquín Sabina es probable que viva menos que un monje budista pero, sinceramente, no creo que a él le importe.

Todos los especialistas parecen estar de acuerdo en que la socialización de los gatos se realiza en las primeras semanas de vida, y si no ocurre así, son animales a medio domesticar que no aceptarán demasiado a los humanos. En esos casos, y teniendo en cuenta que sí que hay ejemplares, independientemente de la raza, que son amables con cualquier humano y no sufren tanto con los cambios de casa, ¿no se tratará de fallos en la socialización que deberíamos aceptar como errores nuestros?, ¿no estaremos abocando a nuestros gatos a llevar unas vidas de miedo e inseguridad camuflándolo con la «independencia» felina? ¿cómo es posible que no pueda llevar a mi gato al apartamento de vacaciones teniendo en cuenta que es un animal que recorre amplios territorios y entran hasta en las casas de los vecinos?

La socialización en los perros también ocupa un periodo temprano y es una fase crítica que puede producirle muchos problemas durante su vida con los humanos y con otros congéneres, y eso se sabe, se habla y se estudia. En el caso de los gatos no ocurre lo mismo, y me sorprende.

Bueno. Aún con todas esas preguntas en la cabeza, Kalim ha llegado a casa. No se le nota especialmente inquieto, parece más bien expectante, aunque es evidente que no está a gusto, así que en cuanto ha podido se ha metido debajo de la cama.

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De momento le mantendremos en nuestra habitación a salvo de Lúa, nuestra perra, que ya ha olido a Kalim por debajo de la puerta y sabe que está ahí. Iremos entrando de vez en cuando para que nos vaya viendo y se vaya acostumbrando a nosotros, pero con paciencia. Iré contando todo el proceso por si le sirve de ayuda a más gente.

A ver qué tal. Un saludo.

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Bloguero y divulgador de temas de naturaleza.

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