Hace ya dos semanas que trajimos a Kalim de SOSfelino, según he ido contando en los post anteriores, y he de decir que ya hemos conseguido que se atreva incluso a subirse a la cama con nosotros y hoy incluso ha hecho algo parecido a un maullido una de las veces que he entrado a la habitación y ha salido a recibirme. También he empezado a hacer sesiones de puertas abiertas, dejando a mi perra con acceso solo al salón y a la terraza, y dejando a Kalim el acceso a la otra parte de la casa. Todavía no le gusta vernos de pie y se esconde, por lo que solo sale a recorrer su territorio de noche o cuando no estamos, aunque ayer se atrevió a mirar por el baño cuando nos estábamos lavando los dientes.
Ahora los avances son más leves, pero hay que seguir dando pasos porque es fácil que las fuerzas desfallezcan y la impaciencia haga mella en nosotros, así que he empezado también a dejar que Lúa entre en la habitación y husmee por ahí. No se pone nerviosa ni intenta alcanzar a Kalim, solo huele los objetos nuevos e intenta comerse su pienso, eso sí. A ver si poco a poco, al menos, dejan de considerarse extraños.
Con quien no consigo que la cosa avance demasiado es con mi hijo. No consigo que Kalim deje de esconderse cuando le ve. Creo que eso va a ser más laborioso. Todo se andará.