2500 lobos en España y 300 en Portugal, según los censos más optimistas, pero depende de a quién le preguntes. El baile de cifras entre las administraciones y los conservacionistas es propio de una manifestación contra el gobierno más que de un censo científico.
Y ahí está el problema. Los lobos son animales tremendamente esquivos, por lo que no es tan sencillo como ir al monte y contarlos. Casi todas las evidencias de su presencia son indirectas: huellas, arañazos, restos de caza , daños a ganado o deposiciones, todas ellas muy parecidas a las que pueden dejar cierto tipo de perros.
Las pocas pruebas directas como aullidos o la observación de adultos y cachorros no suele darnos una idea definitiva de cuántos lobos conforman la manada; y ahí radica el quid de la cuestión.
No hay datos científicos fiables de cuántos ejemplares forman un grupo tipo en la península ibérica. En el censo nacional que realizó ICONA en 1988 se dio por buena la cantidad de entre 5 a 7 lobos, mientras que las que ha hecho Castilla y León después, subió la cantidad a entre 8 y 10, y en la vecina Portugal utilizan un baremo más conservador de 4 a 5 lobos por grupo.
En este punto, nos daremos cuenta de que no podemos hablar de censos, sino de estimaciones. Lo realizado hasta ahora solo confirma aproximadamente el número de manadas, por eso es tan importante saber cuántos animales/grupo damos por válido. De ello saldrá una cifra más conservadora o mucho más optimista.
A finales de los años 90, el conflicto entre ganaderos, conservacionistas, administraciones y expertos estaba llegando a su cenit, por lo que el Ministerio de Medio Ambiento, presidido por Isabel Tocino (PP), convocó a científicos independientes de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), que formó un grupo de trabajo con representantes de todas las partes implicadas.
De ese grupo salieron libros, estudios, planes de gestión y un censo en el 2003 con los siguientes datos:
Más 300 o 400 lobos en Portugal y unos 5 en los Pirineos, supuestamente llegados desde Italia.
Pero en el año 2011, el Ministerio, bajo la dirección de Miguel Arias Cañete (PP), sustituyó lo anterior y creó el Grupo Asesor de la Estrategia Nacional del Lobo, formado por una amalgama tan extensa de asociaciones, desde expertos a sindicatos, que resultó muy poco operativo. De todas formas, este nuevo grupo jamás fue convocado.
La gestión y los censos quedaron en manos exclusivas de cada comunidad, por ejemplo, Castilla y León publicó su último censo regional del lobo ibérico en el 2013 con los siguientes resultados:
Dando una cifra de unos 1600 lobos -una media de 9 lobos por manada-, de los cuales han confirmado que tienen capacidad reproductora el 74% de ellas. Ver informe completo LOBO+CENSO+CyL+PARA+WEB_FINAL
¿Y por qué se utilizan baremos tan altos? Porque el lobo en España, al norte del Duero, se puede cazar. Si a la opinión pública le llega la idea de que el lobo está en expansión y las manadas son tan numerosas, bien pueden soportar la baja de dos o tres adultos cada temporada de caza sin que ello suponga un gran problema para la conservación de la especie.
En el 2012-2014 salieron los censos de todas las comunidades, coordinado por el Ministerio, con los siguientes resultados:
Ver informe completo censo_lobo_espana_2012_14pdf_tcm30-197304.
Y el problema es que la composición de una manada de lobos es tremendamente dinámica y hay una diferencia notable entre hacer el seguimiento en verano, cuando están todos los cachorros, o en invierno, cuando solo están los que han sobrevivido – apróximadamente el 64%, según estudios de Mech & Boitani en el 2003-. En España se hacen en verano.
Según el FAPAS (Fondo para la Protección de los Animales Salvajes) los trabajos de seguimiento fotográfico están demostrando que en la actualidad, hablar de manadas es referirse a hembras solitarias, a grupos familiares de dos o como mucho, cuando los cachorros ya están crecidos, a grupos de 4 o 5 individuos.
El seguimiento durante varios meses de una manada en Asturias, ha permitido conocer su composición: dos adultos y dos jóvenes.
CUANTOS LOBOS HABRÁ EN ASTURIAS from FAPAS on Vimeo.
Además, queda mucho por saber del comportamiento de los lobos satélites, ejemplares que no pertenecen a ninguna manada y que no se reproducen.
En el año 2018, el Voluntariado para el Censo del Lobo Ibérico y el Observatorio de la Sostenibilidad publicaron un informe sobre la mortalidad no natural de los lobos en el 2017, dando unos resultados muy conservadores de entre 500 y 650 lobos envenenados, atropellados o cazados de forma legal e ilegal. Por lo tanto, si hacemos una estimación de 5 lobos por manada, aceptando por buenos el número de grupos del censo oficial, serían 1400 lobos, pero si eliminamos unos 600 lobos que mueren, como mínimo, de forma no natural al año, la cifra puede estar muy lejos de esos 2500 con los que empezábamos este artículo. El lobo sigue siendo un alimaña a extinguir en muchas zonas de España, igual que lo fue el lince ibérico que tanto esfuerzo y dinero está costando salvar. No sabemos, a falta de estudios rigurosos e independientes, cuánto le falta al lobo para llegar a un punto de no retorno genético que lo coloque a punto de su desaparición. Como siempre, nos daremos cuenta tarde de lo que hemos perdido.
Para ver noticia y el informe completo aquí.
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